Strand Larsen quiere ser el Haaland de Vigo

Strand Larsen quiere ser el Haaland de Vigo

Probablemente, Strand Larsen sea uno de los pocos defensores de un Rafa Benítez que está gastando las oportunidades del particular ahorcado llamado Celta de Vigo. Asimismo, el nivel del noruego es una de las escasas noticias positivas del proyecto del técnico madrileño, que tiene un match ball vital ante el Getafe en Balaídos mañana a las 18:30. Por ello, el delantero nórdico quiere ser para los celestes aquel atacante que en las categorías inferiores de los vikingos marcaba el 40% de los goles, mientras un tal Erling Haaland aportaba el otro 60%.

Un Strand Larsen que parece haber resucitado de sus cenizas. Con una personalidad atípica para ser escandinavo, probablemente por su temprano paso por la cantera del AC Milan, quiere acallar a aquellos expertos que consideran que el Celta de Vigo sólo es Iago Aspas y diez jugadores más. Ahora bien, ¿A qué se debe este resurgir inesperado del bueno de Jorgen?

Strand Larsen, entre madrileños

El Celta de Vigo, maltratado por la gestión de Carlos Mouriño, necesita en el año de su centenario un viento de cambio urgente. Con la marcha de Gabri Veiga y un Carlos Carvalhal que no se confundió en sus previsiones para la 23/24, los de Balaídos encomendaron su proyecto fallido en un Rafa Benítez que quiere revertir su imagen percibida como negativa en el fútbol español, a pesar de ser un ídolo en Inglaterra.

«Sé que voy a tener suerte este domingo», dice la letra de ‘El Madrileño’ C.Tangana, con una composición descriptiva sobresaliente sobre lo que está viviendo el aficionado celeste en los últimos tiempos. Una frase que seguramente están pensando tanto Rafa Benítez como Strand Larsen.

Porque para el ex del Groningen sería un varapalo tremendo un posible cese del técnico madrileño. Públicamente, ha reconocido la empatía del míster, alegando que agradecía su lado humano y que no fuera un entrenador que sólo diera gritos. Con ciertos consejos como disparar raso o saber como girarse, Strand Larsen quiere ser el goleador que mantenga el hit de Antón Álvarez en las gradas de Balaídos en vez del ‘Benitez vete ya’.

Strand Larsen, la referencia

El natural de Halden es la figura más destacada del criticado 5-3-2. Un delantero móvil y asociativo que encima está mejorando su capacidad goleadora, su punto debil. Porque en la 22-23, Strand Larsen tan sólo tiro 14 disparos a puerta de 34 ejecutados. Una escasa efectividad del 11% con 4 goles, los mismos que podría llevar esta temporada de no ser por algún tanto anulado de forma polémica.

Un jugador que se ahogaba en la ansiedad, queriendo siempre quería definir tirando a la escuadra. Porque tras los consejos de Benítez, el delantero está demostrando una versión mucho más letal, siendo un delantero peligroso al espacio y capaz de luchar en el fango para crear sus propias ocasiones. Una subida del 11% al 40% que es necesaria para el propio Strand Larsen, pero también para un Celta que necesita salir del comodín Iago Aspas de forma urgente para tener más variables goleadoras.

Un enfermo de la competitividad

Aunque para muchos Strand Larsen les parezca un pan sin sal, el noruego tiene un carácter más propio del mediterráneo que del norte de Europa. Un jugador que lo que más odia es perder. Un hecho que le hacía comportarse de mala manera y con un mismo resultado: llorar. A veces eran tales los cabreos, que su padre y entrenador le tenía que castigar para gestionar su frustración.

Inspirado en Fernando Torres y enamorado de las leyendas Arjen Robben (por su pasado en Groningen) y de Aspas, Strand Larsen parece que está consiguiendo sus dos objetivos: ser clave en el Celta y ser un fijo para Noruega en las convocatorias de Stale Solbakken.

¿Y si estamos ante un goleador?

Strand Larsen siempre ha sido un jugador movible a la banda derecha. Si bien es cierto que tiene habilidad para destacar en esta demarcación, el nórdico está harto de que le consideren un trabajador. A él no le sirve, ya que en su adolescencia se decidió por el fútbol por una sola cuestión, como es la del gol: «marcar es lo que hace decirte por este deporte».

Y es normal que lo piense. Larsen, que está enamorado de Vigo y Galicia en general, se siente en deuda con el club que pagó 12,4 millones de euros por hacerse con sus servicios. Un jugador que es consciente de la situación que vive el Celta y que la quiere revertir a base de goles, idolatrando a su compañero e ídolo Iago Aspas, que ya veremos si es parte del once titular.

Si rebaja esa ansiedad y Rafa Benítez gestiona mejor a un equipo que se hunde en los minutos fáciles debido a la falta de cambios o la presencia de más centrocampistas durante un partido, está claro que Strand Larsen tiene mucho terreno ganado para lucir su nueva versión. El DT ha transformado a un delantero que quién le iba a decir que le iba a tener que salvar su puesto en la jornada 9 del campeonato. Como dice José Bordalás…»Esto es fútbol, papá».

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