Iago Aspas, amor por unos colores

Iago Aspas, amor por unos colores

El romanticismo se está perdiendo en el fútbol. Iago Aspas es uno de esos jugadores que priorizan el amor y la fidelidad a unos colores, por encima de un mayor salario y prestigio. Siendo fiel a estas ideas, Aspas se ha convertido en todo un líder, y en uno de los mejores jugadores de la historia del Celta de Vigo.

Iago Aspas y el Celta, una historia de amor verdadero

La historia de Iago Aspas con el Celta de Vigo viene de antaño. Iago, nacido en la localidad de Moaña en 1987, comenzó a jugar en las categorías inferiores de su ciudad natal. A los 9 años ingresó en la cantera del Celta, donde fue ascendiendo y destacando poco a poco.

«Mi sueño es jugar en el Celta con los mayores , y meter un gol bonito» – (Iago Aspas, con 11 años)

Aquel joven Iago tenía un sueño que nunca imaginaría que acabaría cumpliendo. Fue escalando en categorías inferiores hasta llegar al filial con 19 años. Un año más tarde acabaría debutando con el primer equipo en el Helmántico de Salamanca y empezando a alternar su participación con el filial. Sin embargo, el verdadero debut de Iago fue aquel 6 de junio de 2009 en Balaídos. El Celta se estaba jugando el descenso y Aspas entró en el minuto 60 para revolucionar el partido. El encuentro se acabó resolviendo con dos goles del de Moaña, que acabaron dando el triunfo al Celta y la salvación. Había nacido un héroe en Vigo.

Iago empezó a hacerse un hueco en el primer equipo, y en la temporada 2011/2012 se convirtió en el máximo goleador español (23 goles) y siendo clave en el ascenso del Celta a Primera División. En su primera temporada en la máxima categoría del fútbol español fue determinante anotando 12 goles y 6 asistencias, que le acabarían poniendo en el escaparate europeo. Tras una campaña en la que había logrado asentar al Celta en La Liga, Iago sentía que tenía que dar un paso más en su carrera.

Su paso por Liverpool y Sevilla

En junio de 2013, el Liverpool decidió apostar por Aspas como pieza clave en su reconstrucción. Un traspaso que dejó 9.000.000 de euros en las arcas del Celta. Ya desde la pretemporada, Iago dio señas de que podía ser un jugador muy importante en Anfield. Sin embargo, la competencia con jugadores como Sturridge o Luis Suárez, y la poca confianza de Brendan Rodgers, le cerraron las puertas de la titularidad durante casi toda la temporada.

Tan solo un año después, y tras la difícil experiencia de Liverpool, el Sevilla se hizo con sus servicios. El equipo hispalense sirvió como una nueva oportunidad en la carrera de Aspas. A pesar de realizar una temporada notable, siendo decisivo en Copa del Rey y campeón de la Europa League, Iago no se sentía en casa.

 

Vuelta al Celta, vuelta a casa

Uno siempre vuelve al lugar donde fue feliz. Tras haber pasado dos temporadas fuera, Iago se había dado cuenta de que donde más disfrutaba del fútbol era en su casa, en Vigo. El regreso de Aspas en la temporada 2015/2016 desató el júbilo de toda la afición celeste, que veía como «el hijo pródigo» volvía a pisar Balaídos.

Ese aura de esperanza por el equipo se acabaría transformando en una temporada histórica. El Celta consiguió el 6º puesto en La Liga, y la clasificación para la Europa League. Una campaña en la que el papel de Iago fue decisivo, anotando 14 goles y 5 asistencias. Su nivel no pasó desapercibido, y en noviembre de ese mismo año, debutó con la selección española en un partido amistoso frente a Inglaterra.

La temporada 2016/2017 siempre quedará en el recuerdo de la afición celtista. El Celta hizo historia accediendo por primera vez a las semifinales de la Europa League. El conjunto se enfrentaba a todo un Manchester United, y quizá lo único que le faltó fue suerte, ya que pudo dominar al conjunto inglés incluso en Old Trafford. En esa misma temporada el equipo volvería a llegar de forma consecutiva a semifinales de Copa, donde acabaría cayendo frente al Alavés.

En el apartado individual, esta temporada fue una de las mejores de Aspas en su carrera. Acabó con 26 goles y 8 asistencias en todas las competiciones, y consagrándose como el máximo goleador español de La Liga (19 goles) recibiendo el Trofeo Zarra. Tan solo un año después, repetiría premio Zarra como máximo goleador español, anotando 22 goles en liga. Iago se había convertido en el mejor delantero del país, y esto sirvió como billete para disputar el Mundial 2018 con la selección española. Aquel niño de Moaña había hecho historia.

En la siguiente campaña (2018/2019) no todo estaba saliendo como se esperaba. Iago Aspas tuvo una lesión que le apartó de los terrenos de juego durante 3 meses. El Celta sufrió tanto la ausencia de su estrella que acabaría cayendo a los puestos de descenso. Sin embargo, Iago se negó a aceptar esta situación y en su vuelta se echó al equipo a la espalda. Sus actuaciones en cada uno de los partidos, anotando goles y dando asistencias, acabaron salvando al conjunto vigués. Aspas terminó consiguiendo su tercer Trofeo Zarra como máximo goleador español, y el Celta seguía siendo de Primera. Tal y como ocurrió en 2009, Iago una vez más, había vuelto a salvar a su equipo.

Iago Aspas, Celta de Vigo. El Otro Balón
Iago Aspas, Celta de Vigo. El Otro Balón

Iago Aspas, historia viva del Celta de Vigo

A día de hoy quedan muy pocos futbolistas con la mentalidad de Iago Aspas. A pesar de la gran cantidad de ofertas que tuvo tras su vuelta al Celta, decidió hacer caso a su corazón y cumplir su voluntad de hacer historia en Vigo. Y así fue. Iago cumplió el sueño de aquel joven niño de 11 años que quería «meter goles bonitos» con el Celta. Esta es su verdadera esencia, y por lo que el nombre de Iago Aspas será siempre recordado.

«Para mí el Celta lo es todo. Primero lo fue como aficionado, luego como recogepelotas y después como futbolista. Quiero ser un espejo para los niños de la cantera y que vean que se puede llegar a triunfar, empezando desde bien pequeños.»

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