Un derbi… ¿Para mantener a Quique Sánchez Flores?

Un derbi… ¿Para mantener a Quique Sánchez Flores?

No es bonito ni es lo primero que comprarías, pero Quique Sánchez Flores ha dotado al Sevilla de dos aspectos claves: seguridad y efectividad. Como hiciera José Luis Mendilibar la temporada pasada, el Sevilla ha resurgido de su sangría defensiva. Además, en el plano ofensivo; subir a Isaac Romero desde la cantera y recuperar la mejor versión de un Youssef En-Nesyri, que habrá que ver si se queda en el conjunto hispalense, le han permitido ser un equipo rocoso y, a su vez, fiable en la segunda vuelta de La Liga. Mañana tiene un examen que puede marcar su futuro. El derbi ante el Real Betis será una prueba de fuego para intentar convencer a un Pepe Castro y a un Del Nido Carrasco que siguen dominados por un ego sin precedentes, al más puro estilo noventero de nuestro fútbol. Con su típico carácter, la templanza de QSF ha permitido que el Sevilla retome el rumbo de un barco que iba a la deriva por enésima vez. La pregunta es: ¿Merece continuar?

Asumir el presente

Quique Sánchez Flores aterrizó en la entidad nervionense el 19 de diciembre de 2023. En su primera rueda de prensa, dejó claras sus intenciones: «He venido a revertir la situación». Además, reconoció que el reto no sería fácil por la situación anímica del equipo y la plaga de lesiones que dominaba en el club del Sánchez Pizjuán allá por finales de año. Con contrato hasta 2025, el tener sólo 14 disponibles en su debut ante el Granada le permitió comprobar la situación de muchos jóvenes, entre ellos, el ídolo actual llamado Isaac Romero. Y no, no se puede olvidar que QSF cogió una plantilla heredada por Diego Alonso que se encontraba en el 17º puesto de la clasificación, empatado a puntos con el Celta, en descenso.

Con un inicio complicado, consiguió 3/19 puntos posibles, en un arranque donde el técnico de 59 años reconoció que ningún integrante de la plantilla estaba a su nivel. El palito resonó en las oficinas del Sevilla, que seguía más pendiente de la lucha familiar de la familia Del Nido que de lo que pasaba en el césped. Para redondear la magia, el mercado de invierno fue irrisorio, con la venta-cesión fallida de Rafa Mir y llegadas que no convencen como las de Alejo Véliz (cesión), Hannibal Mejbri (cesión y polémica nada más llegar al SFC) y Lucien Agoumé (frenado por una lesión y que ahora está teniendo oportunidades). Quique Sánchez Flores, harto del contexto, decidió actuar. Se cargó a Fernando, instó a Ivan Rakitic a tomar un papel secundario o salir y, de este modo, acabar con un ciclo glorioso por parte de dos leyendas sevillistas. Para rematar la faena, Quique se desmarcó del objetivo europeo y asumió con pelos y señales que el objetivo era salvarse.

Nadie es más que nadie

No hay que olvidar lo que dijo una vez Rakitic: «Tendremos que darnos de hostias para salir mejor a los partidos». En un vestuario dividido y fracturado, Quique Sánchez Flores ha tenido mano para que nadie se crea más que nadie. Con prudencia, psicología y actitud, el Sevilla ha mejorado en todas sus líneas de juego. Esto lo dejó claro en aquel enfrentamiento con En-Nesyri en aquel Sevilla – Celta. El dromedario se fue sustituido, pateó una botella y QSF estalló hacia uno de los delanteros más en forma del campeonato. El choque entre ambos no fue a más por un Lucas Ocampos que frenó a su compañero. En este sentido, el técnico madrileño muestra una madurez progresiva, porque esto en sus tiempos del Atlético de Madrid hubiera significado exclusión del equipo titular de forma inmediata. En un vestuario lleno de egos y luchas, Quique Sánchez Flores ha conseguido establecer la calma, algo que recalca Jesús Navas: «Él nos ha dado la tranquilidad y los puntos». Es más, ha apostado en más de una ocasión por su continuidad. De hecho, esta semana el vestuario se ha conjurado para intentar ganar un derbi que daría chances para que Quique siga en Nervión (a recordar que el club le exigió quedar en el TOP-10).

¿Cuáles son los méritos para renovar?

El logro principal es el siguiente: Desde la llegada de Quique Sánchez Flores, el Sevilla iría como cuarto clasificado, a tres puntos del Atlético de Madrid, igualando los del Girona y por encima de Real Sociedad y Real Betis. Este es el dato demoledor para que pueda sacar pecho su proyecto. Pero no se queda ahí. De ser una verbena defensiva a balón parado, ahora son los mejores del campeonato en la misma faceta en área contraria. Son 11 tantos logrados, liderando la tabla en este tipo de acciones. Además, han conseguido cinco porterías a cero y cuando no lo son, es porque solamente han encajado un gol. Sólo Girona, Real Sociedad, Athletic, Alavés y Almería han podido perforar las redes de Orjan Nyland o Marko Dmitrovic por dos o más veces.

Otro tanto importante es la mejora de todas las líneas. Si bien el Sevilla no practica un fútbol vistoso, si se siente que es un equipo con un plan y compenetrado. En portería, Nyland está rindiendo a un nivel excepcional. Su recital en Getafe o sus paradas clave ante RCD Mallorca o Celta demuestran no sólo sus méritos como portero, también como compañero de equipo, donde siempre arenga a los defensas. En esta última mencionada, Sergio Ramos sobrevuela por encima del resto. Imperial el camero, con cuatro goles desde la llegada de QSF. Liderazgo, trabajo defensivo y queriendo sacar al equipo que le puso en el panorama futbolístico de un pozo que no debería de haber estado. También impresionante como se ha recuperado la mejor versión de un Jesús Navas que sigue incombustible. Por otro lado, el factor de Lucas Ocampos en su versión más obrera también está siendo clave. Suso también parece que resucita a pesar de su rendimiento irregular.

Pero la mención especial es para la delantera. Isaac Romero y En-Nesyri son ahora mismo la tercera mejor dupla de La Liga en este 2024. 11 goles y 5 asistencias para dar vida al Sevilla en el cuatrimestre decisivo de La Liga. Han aportado 10 puntos de los últimos 21 con sus contribuciones. Con tres victorias consecutivas, el Sevilla quiere asaltar el Benito Villamarín con el objetivo de complicar al Real Betis su clasificación para la Europa League. Pero el objetivo más secreto es el de una plantilla que quiere ganar este derbi para demostrar una cosa: «Queremos seguir con Quique Sánchez Flores». Esta es la frase que domina el vestuario de los hispalenses.

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