Llevaba 3 meses sin marcar. Desde el 9 de enero, Beto Betuncal acumulaba una batalla interna por perforar las redes de las porterías rivales. Aquel día marcó, pero su equipo perdió por un abultado 2-6 ante la Atalanta. Con 11 goles en su primera temporada en la Serie A, el portugués originario de Guinea-Bissau rompió su sequía con un hat-trick en un partido crucial ante el Cagliari por alejarse definitivamente de la zona de descenso. Como ruptura a esa tradición de que Lisboa no saca killers de antaño, Beto tumba esa regla en una carrera que ha sufrido temblores de venirse hacia abajo en cualquier momento. Las cebras del Udinese pueden decir que perdieron a hombres como Kevin Lasagna o Rodrigo De Paul, pero con la ‘B’ al cuadrado, tienen un león goleador en su plantilla.
Sueños diluidos en la arena
Como Mark Lenders cuando practicaba el tiro del tigre perforando el agua de la playa, Beto navegaba mentalmente con la ilusión de poder idolatrar a su ídolo, el camerunés Samuel Eto’o. En su pueblo natural, Tires, daba patadas al balón en la costa de Cascais. Allí, donde la arena y el agua producen un vuelo personal indescriptible, rápido se dio cuenta que la Boca del Infierno no era simplemente una formación de acantilados. La vida, como el océano que cerca el municipio costero, es un Atlántico en el que hay que nadar mucho para saborear al beber la sal del triunfo.
La primera ola que golpeó en su cara fue el descubrimiento del racismo. De niño, ya conoció la ira de la gente, encontrando en su piel un motivo para achantarle y para acusar su rendimiento en cada partido. En cambio, como si hubiera nacido con una madurez avanzada, asumió que este cáncer estaba inyectado en las venas del deporte rey. ¿Cómo contrarrestar esta enfermedad? Muy sencillo, con goles.
Beto, ¿qué hamburguesas tienes?
En sus inicios, jugó para el club amateur URD Tires. Con 9 años, hizo entrenamientos curiosos, como golpear a pelotas de tenis con los pies para mejorar su golpeo cuando el balón caía del aire. Este método le permitió a Beto ganar confianza y mejora de técnica en la definición. Esta etapa es imposible de olvidar para él, ya que en cada entrevista, alaba a Bruno Lopes, uno de sus primeros entrenadores.
Con pies de hierro y a su vez en el suelo, Betuncal progresaba rápido, pero la vida lo frenaba. Para superar esto, decidió cambiar su mentalidad, adoptando un aprendizaje consigo mismo para dar su mejor versión siempre que su vida privada le permitiera. A pesar de haber estado en la cantera del SL Benfica, finalmente tuvo que ganarse el respeto en el fútbol regional, concretamente, en el Club Olímpico Montijo. Esta etapa en la Pro-Nacional, con 21 goles en 34 partidos, le permitió su fichaje por el Portimonense.
Un mérito enorme ya que también trabajaba en un KFC de la zona. Su día a día era que el mismo que podría haber cantado un gol suyo el fin de semana, podría ser atendido por Beto para que le sirviera un café, una hamburguesa o un pollo frito. Esta experiencia le permitió aumentar su humildad y obtener responsabilidad.
La salida de Beto del infierno al cielo
Su fichaje por el Portimonense no le hizo abandonar su vida. Aún residía con su madre, la que siempre estuvo ahí, pero también él contribuía para ayudarla. Ambos sabían que había dado un paso, pero aún así, tenían que seguir viviendo juntos. Dos temporadas en la Primeira Liga (Segunda División lusa) hicieron que Beto estuviera alejándose del infierno y empezar a estar en boca de unos cuantos. Su segundo año fue destacado, con 11 goles que fueron claves para el ascenso de los Albinegros a la máxima categoría. Sporting, Benfica y muchos equipos de Europa pusieron el localizador sobre el delantero de 24 años.
Con un inicio prometedor en esta 2021/2022, en el que Beto se estrenó con 2 goles en 3 partidos, confesó en redes sociales que quería abandonar el club. Ya apartado, finalmente fichó por el Udinese, que necesitaba un goleador tras la marcha de De Paul (máximo goleador de la entidad de Giampolo Pozzo en la 20/21). Beto, tras haber superado muchas olas, aterrizaba en la Serie A.
#Beto vs Cagliari 🥇
⚽️3 goals
🧠10/13 passes (77% ok)
🔑2 key passes
🎯5/7 shots on target
🔝2/4 aerials won
⚙️6/8 dribbles➡️More stats on the website#Udinese #UdineseCagliari #Calcio #SerieA
— Football All Stats (@futbolestadist) April 3, 2022
Con 8 goles en la primera vuelta, el ‘Haaland portugués’ recibía elogios una y otra vez. En este 2022 sufrió un pequeño bache, pero tras el hat trick logrado ante Cagliari, espera engordar sus números en su primera campaña en el Calcio. Solo está a cinco tantos de nombres como Ciro Inmobile o Domenico Berardi en la tabla de goleadores.
Nada especial, pero tiene el gol
Sus compañeros confían en él porque saben que Beto puedo resolver lo que ellos no pueden hacer. Gerard Deulofeu, Roberto Pereyra, Nahuel Molina…todos avisan del potencial que tiene. Con 1,94 cm de altura, es un gran rematador de cabeza, que sabe moverse tanto en jugada como a balón parado. Con gran zancada, tiene arrancada, en la que puede jugar de nueve o tirado a una banda.
Beto Betuncal – 6ft 4 brick wall, hitting 33km/h in this solo run vs Lazzari (one of the quickest players in the league)
Beast 💨
pic.twitter.com/fut4Lu1Etp— Uncle $harma 🎙️ (@RSharmzz) December 3, 2021
Con grandes demostraciones ante equipos potentes como el AC Milan o el SS Lazio, Beto es el único jugador portugués junto a Cristiano Ronaldo y Rui Costa que ha superado los 10 goles en una sola temporada en la Serie A. Con grandes aspiraciones para jugar en la Premier League o en el Atlético de Madrid (es fan), Beto sueña con dar el siguiente paso.
En la charla post-partido ante el Cagliari, su entrenador Gabriele Cioffi preguntó al entrevistador si quería su número de teléfono. En el silencio se oyó el ‘3379422’. No se sabe si su número es real, pero seguro que varios equipos desean hacerle una llamada al ídolo ‘Zebrette’ que soñaba hace no mucho con ser Eto’o.