Jorge Molina, el profesor sigue dando lecciones

Jorge Molina, el profesor sigue dando lecciones

Como si del curioso caso de Benjamin Button se tratara, Jorge Molina está en la cima de su carrera con 38 años y parece que cada temporada que pasa rejuvenece como le pasara a Brad Pitt en la película. Después de pasar por lo más humilde del fútbol, se ha convertido en todo un referente del deporte español, llevando al actual Granada al sueño europeo.

 

Trotamundos del fútbol y de la vida

Natural de Alcoy, Alicante,el delantero nazarí comenzó a jugar al fútbol hace 20 años, cuando el ya experimentado ariete disputaba partidos en Tercera División con la camiseta del equipo de su tierra: el Alcoyano.

Pasando por Benidorm, Gandía, y el Ejido, el casi treintañero fichó por el Elche en 2009 para cambiar el curso de su historia. 26 goles en su primera temporada en Segunda División, lo consagraron como uno de los delanteros a seguir durante los próximos años para cualquier equipo de la categoría, y con el tiempo demostró que estaba capacitado para mucho más.

El viejo rockero escalaba en el mundo del fútbol al compás que se licenciaba en Magisterio y Educación Física, aspecto en el que está en constante evolución. Aterrizando en un Betis dirigido por Pepe Mel en 2010, disfrutó de 6 temporadas en las que alcanzó la gloria y el infierno, consiguiendo devolver al club a la competición europea, pero también sufriendo las consecuencias de descensos que siguen siendo dolorosos para los amantes béticos.

 

Jorge Molina: El artífice de los ascensos

El Betis volvía a lo más alto del fútbol español en su primera temporada como verdiblanco. Junto a Rubén Castro, formaron una de las mejores duplas de atacantes que ha pasado por la historia del equipo y lograron hacer soñar a los béticos disputando la Europa League de nuevo. Sin embargo, el sueño se convirtió en pesadilla tras caer eliminados en esa misma competición por su mayor enemigo, el Sevilla, y aumentó cuando descendieron quedando en la última posición de la tabla.

La dupla bética sumó 53 goles para devolver al equipo a Primera División después de arrasar en la categoría de plata gracias a una plantilla rejuvenecida en la que emergieron talentos como Dani Ceballos o Fabián Ruiz. El delantero alcoyano abandonó el club la temporada siguiente después de una emotiva despedida en el Benito Villamarín acompañado de todo el público bético tras una victoria, curiosamente, ante su próximo destino: el Getafe.

Jorge Molina llegó al Getafe en 2016 para intentar devolver a los azulones a la máxima categoría del fútbol español. Llegando al mismo tiempo que José Bordalás, el viejo zorro se movía como pez en el agua en Segunda División. Alcanzó los 20 goles con suma facilidad y logró el ascenso con el equipo tras derrotar al Tenerife en los play-off.

Cuatro temporadas después, club y jugador separaron sus caminos después de hacer historia clasificándose para la Europa League con un juego y estilo muy marcado, y despidiéndose como el máximo goleador del club en el siglo XXI.

 

 

A Jorge Molina todavía le quedan balas

Con casi 40 años, Jorge Molina puso rumbo a Granada para ponerse a las órdenes de Diego Martínez. La mayoría de jugadores veteranos no lograrían mantener el ritmo de competición de La Liga Santander y menos en un contexto como el actual, pero siempre hay excepciones.

Después de una temporada histórica clasificándose para la Europa League nada más ascender a Primera División, el Granada afrontaba su segunda temporada en La Liga Santander teniendo que disputar la competición europea como aliciente extra. En este contexto, Jorge Molina ya sabía lo que iba a aportar al equipo: experiencia, liderazgo y recursos futbolísticos propios.

Como un buen vino que madura con el tiempo, Jorge Molina crece al compás que pasan los años. El alcoyano llevó al Granada a clasificarse para la Europa League después de superar la fase previa de eliminatoria. Después de eliminar al Nápoles y marcar en el partido de octavos ante el Mölde, se convirtió en el segundo goleador más veterano de la historia de la competición, y están a las puertas de colarse en los cuartos de final.

En La Liga no baja el ritmo y lleva 4 goles y 1 asistencia. Acompañado de su compañero de batallas, Roberto Soldado, continúan en la lucha para devolver al Granada a los puestos europeos, aunque de momento, se sitúan en la cómoda mitad de tabla.

 

 

¿Cómo juega Jorge Molina?

Nunca ha sido el más rápido, ni el mejor definidor, ni tampoco el mejor de su equipo, pero sí es uno de los delanteros más inteligentes y que mejor dominan el juego de espaldas. Jorge Molina se define por ser capaz de bajarte un melón con clase y mimo, dártelo de cara y buscarse el espacio en el área como quien se busca la vida para encontrar trabajo.

Ya sea en el 4-2-3-1 o en el 4-4-2, lee el juego a las mil maravillas y se complementa a la perfección con cualquier tipo de delantero. Ya sea con uno más rápido, otro más fijo como él o un segundo punta que baje a recibir, juega bien y ayuda al equipo en todo lo posible. Además, es un jugador trabajador, sacrificado, que no regala una carrera y que vive los partidos con la mayor intensidad posible. Un competidor nato.

El alcoyano despista con su físico y edad ya que en sus botas esconde un abanico de habilidades técnicas que ya le gustaría tener a cualquiera. Amagos con el cuerpo, definiciones con las dos piernas, remates de cabeza, la forma de proteger el balón… son recursos que son bastante complicados y que los ejecuta con mucha facilidad, fruto de tantos años perfeccionándolo.

Los granadinos saben que además de la Alhambra tienen otro monumento como es Jorge Molina en su ciudad, un jugador interminable que quiere seguir haciendo historia de la mano del Granada.

 

 

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