Ramón Terrats, bienvenido al hotel Villarreal

Ramón Terrats, bienvenido al hotel Villarreal

La temporada del Submarino Amarillo se podría definir como el primer verso de la famosa canción Hotel California (The Eagles): «En una carretera oscura y desierta». En la misma, en el sexto, como la posición que ocupan en la tabla los de Quique Setién; se puede leer un «Vi una luz brillante». Esta iluminación inesperada podría ser perfectamente Ramón Terrats. El zurdo nacido en Barcelona el 18 de octubre del 2000 ha caído de pie en el esquema del cántabro, siendo una de las pocas buenas noticias que ha obtenido el aficionado groguet en esta 22/23.

En la cabeza del jugador que aún pertenece al Girona F.C., debe merodear esa pegadizo ‘such a lovely place’ cada vez que sale a jugar en La Cerámica. Un lugar encantador que en tan sólo tres meses, le ha hecho poder ganarse la titularidad y ser indiscutible en un Villarreal que se encuentra en un ascensor lleno de subidas y bajadas, pero que no para en ninguna planta concreta. Precisamente, así sentía Ramón Terrats hace no mucho, donde el fútbol estuvo muchos momentos sin ser la primera prioridad en su vida.

El rechazo a la tentación 

Antes de su destape en Segunda División, Ramón Terrats llegó a ser suplente del Sant Andreu. El sueño del fútbol se desvanecía y los estudios ocuparon la mayor parte de su tiempo. Pero en la 20/21, empezó a ganar protagonismo en el Girona de Francisco, el entrenador que verdaderamente confió en sus cualidades como futbolista.

Mientras empezó a jugar en el filial de los de Montilivi, el Real Madrid irrumpió con una llamada para que dejara de sonar el Hotel California (canción que le motiva bastante) por la voz de un directivo del equipo blanco. Lo más grandioso fue que el mediocentro rechazó la oferta a las primeras de cambio. Para Ramón Terrats, lo importante era progresar como futbolista, además de tener a su familia lo más cerca posible.

Terrats, comandando la cantera

En el frío mes de noviembre, en el Girona de Francisco debutaron seis canteranos en un escenario tan legendario como La Romareda. Uno de ellos fue Ramón Terrats, que además, lo hizo de titular. Una fantástica actuación que le abrió las puertas del once durante el resto de aquella campaña. Su entendimiento con Monchu y Gumbau fue clave, llegando a sentirse como un mediocampista liberado, lleno de libertad.

El fútbol y sus destinos caprichosos dejaron al Girona sin ascenso al caer con el Rayo Vallecano de Iraola en los playoffs. La entidad quiso renovar a Francisco, pero el director técnico no aceptó la propuesta. Y así es como llegó Míchel, uno de los entrenadores de moda en el fútbol español actualmente.

Ramón Terrats, sin hueco

Si en noviembre de 2020 debutaba en la categoría de plata, en el mismo mes del 2021, sufrió una operación por una fractura de estrés en la tibia. Por otro lado, el primer año de Míchel en el Girona no fue fácil. Limitado económicamente, los salarios más recortados debido a la Covid-19) y con un arranque dubitativo, remontaron la situación gracias a la comunión que hubo por parte de la plantilla con el entrenador. Sin embargo, la actual sensación del Villarreal no tuvo muchas opciones de ser de la partida, siendo más bien un revulsivo.

Aquel 3-4-1-2 no dio huecos y ya en Primera División, el fichaje de Oriol Romeu más el nivel top de Aleix García, le obligaron a buscar una cesión en el mercado invernal. Eso sí, Míchel nunca le ha descartado, de hecho, siempre ha comentado que se alegra por su progresión y que cuenta con él en un futuro.

Quique Setién, una cara ‘familiar’

Aunque parezca sorprendente, el ex del Barça y Terrats no coincidieron por primera vez cuando se oficializó la cesión del ’39’. Increíblemente, jugó con Laro, hijo de Setién en el Sant Andreu. Aquella capacidad de cómo pivotaba el juego del equipo en los pies de Terrats le hizo enamorarse a primera vista.

Con objetivo de ser parte del filial, que parece que se va a mantener en Segunda División, el jugador cedido por el Girona se coló de forma inmediata en el primera plantilla. Incluso, su progresión está siendo tan explosiva, que ya ha recibido alguna ovación sonora, como ante el Real Betis, donde Terrats dio su primera asistencia en la máxima categoría del fútbol español. La verdad es que la confianza por parte del míster y el club ha sido clave para ver lo que veían Real Madrid y Atlético de Madrid en su adolescencia.

¿Cómo juega Ramón Terrats?

Hay que recordar que en dos años ha pasado de jugar en Tercera a Primera División. El factor clave para asentarse en la pizarra de Setién es el siguiente: entender la fase defensiva reforzando a Dani Parejo y ser valiente en fase ofensiva, tanto en las decisiones de timing con balón como a la hora de soltarlo, entendiendo los movimientos de Yéremy Pino o Samu Chukwueze por los costados.

Identificado como un receptor, tiene como habilidad temporizar el juego además de superar con facilidad las líneas de presión del rival. Al contrario que su ídolo Andrés Iniesta, su 1,81 cm de altura le hace ser ganador de los duelos aéreos. Su facilidad para liberar a los interiores, como hacía en el Girona, o a los extremos del submarino, hace que sea un jugador completo y el fichaje top del Villarreal en el mercado invernal.

Parece mentira, pero en cuestión de tres meses, Ramón Terrats se ha convertido en el timón del submarino. Las opciones para clasificarse para Europa pasan por los pies del ’39’. Cedido con opción de compra, seguramente en el periodo estival decida quedarse en La Cerámica. The Eagles encontraron el éxito con su Hotel California y por el momento, Terrats ha encontrado su hit futbolístico con el Villarreal.

 

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